-P.113
La pluma de un poeta es algo humano
que acaricia la noche con su día
y logrando asonante algarabía
adora por creyentes lo profano.
Orando con palabra de decano
llevando su pensar en armonía,
elevará hasta el cielo en elegía
valientes osadías de artesano,
las cuales dirigidas a otro puerto
llegarán cual saetas de un diserto
cayendo por el paisaje olvidado.
Yo no he visto jamás en condecabo,
ni hiriente, ni valiente, ni tan bravo
que una pluma en poeta enamorado...
Stefanía Ceruti
16/09/2008