TU VIAJE





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I
En tus brazos estaría
con el placer exquisito,
en ese sabor bendito
de tus besos moriría.
Esa gran filosofía
de abrazos que son raíces,
yo no quiero cicatrices
de sentirte tan lontano,
te preciso mas cercano
en este suelo y felices.

II
A pesar de la distancia
yo cargo en el corazón,
guardada cierta razón
con agradable fragancia.
Cabe la real importancia,
de estrecharte entre mis brazos
atados como dos lazos,
para mirarte a los ojos
que me coloques cerrojos
y el cielo rompa en pedazos.

III
Necesito de tu aroma
de tu piel constantemente,
de tu sonrisa valiente
tu figura que es axioma.
Como pluma de paloma
con ojos prestos al llanto,
que me cubras con el manto
de tu palabra tan sabia,
que me riegues con tu savia
para fundirme en tu canto.

IV
Las palabras son del viento
y se me escapan contigo,
te quiero más que un amigo
te transporto con mi aliento.
Te confundes con mi acento,
por estar en mi memoria
nacarada de la historia
de todos mis sentimientos,
para ti tengo ornamentos
de la pasión y la gloria.

V
Eres en mí la poesía
que por boca vas saliendo,
matas, lloras, vas queriendo
que te tome y te haga mía.
Nunca te encontré en porfía,
de calidad artesana
como rosa que engalana
todos los grandes jardines,
ornato de mandarines
y me alumbras la mañana.

VI
Canción que llega temprana
y me recuerda tu boca,
labios de tibieza loca
como brisa en la besana.
De mirada muy liviana,
suaves manos en mi puerta,
porque dejándola abierta
se ingresa muy despacito
a encontrar el calorcito
por la portada cubierta.

VII
Todo mi sentido alerta
y en las manos un rosario,
una plegaria al calvario
por una llegada abierta.
Por carretera diserta
aparece tu figura,
con esa esbelta blancura
de tu ropa que en el viento
como estela en firmamento,
galopa en cabalgadura.

VIII
Blanca tu ropa, Coraje
blanco el fabuloso equino,
blanca la nieve del pino
blanco de seda y encaje.
Es el regalo del viaje
que portas en tu maleta
mas un ramo de violeta
que recogiste del prado,
campo abierto, verde arado
y el volar de una saeta.

IX
En colorida cometa
voló el amor encantado,
de tu ser enamorado
en escultura de atleta.
En ceremonia secreta
y bien unido a mi mano,
con tu gesto soberano
nos unimos en el alma,
aprovechando la calma
en un soñar cortesano.

X
Con el cariño lorquiano
en esta historia del viaje,
cosechamos el frutaje
todo armónico y lozano.
Desafiamos al Pampeano
y lo agreste de la vida,
para llevar la florida
comunión que nos juramos
de ser nuestros propios amos,
de una vida distinguida.

Stefania Ceruti
4/03/2010