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Se me pierde el verano en la cascada
por su intenso calor y de crecida,
desnuda mi pasión que ve aturdida
tranformada en la fruta madurada.
Asomando está la hoja amarronada
sensación de temblores y caída,
alejándola afuera, amanecida
luz de Luna de Plata enamorada.
El verano se muere muy doliente
en el suelo, en las copas y el relente
liberando el dolor de la Nirvana.
El Otoño aparece, no hay defensa
ni en los ruegos de aquella fiebre densa
que mitigue el amor, ¡ Diosa Pagana!...
Stefania Ceruti
20/09/2008